Sin duda la mamoplastia de aumento es la operación más popular a nivel mundial y, por lo tanto, es la cirugía que más consultas genera en la población. Por eso en Clínica Aurea te contamos sobre algunos mitos que perduran, comenzando por la durabilidad de estos implantes: ¿Duran para siempre?
Los implantes mamarios son parte de la cirugía más realizada a nivel mundial, por ejemplo en Estados Unidos se realizan alrededor de 15 millones de intervenciones al año, de las que un 20% corresponde justamente a la mamoplastia. En el mundo se estima que al año más de 1 millón y medio de personas se colocan implantes según la ISAPS Global del 2020.
Al ser tan popular también son muchos los mitos y dudas que se levantan en torno a esta cirugía, especialmente sobre la durabilidad de los implantes que se colocan. Y las preguntas varias: ¿Se tienen que cambiar? ¿Son eternos? ¿Se pueden romper?
Su real durabilidad
La durabilidad de los implantes es muy larga cuando están guardados o en exhibición, pero la realidad es que cuando se colocan en el cuerpo pasan a ser un elemento externo el cual el organismo buscará eliminar y la durabilidad de estos se reducirá considerablemente.
Por lo que la perdurabilidad depende, entre otros factores, de la propia defensa de nuestro organismo y del sistema inmunológico. Es por esto que la tasa de durabilidad de los implantes no está determinada y dependerá de varios elementos. Mientras que algunos fabricantes dan garantías de por vida, otros garantizan cobertura por los primeros 10 años.
Tal como explica el Dr. Stefan Danilla: “El implante es un elemento extraño y, como tal, tu cuerpo va a tratar de defenderse de ello. Los implantes modernos, para evitar esto, tienen muchas capas en su cubierta, lo cual hace poco probable que se rompan”. Y aquí surge una nueva interrogante: ¿Los implantes se pueden romper?
Sí, se pueden romper
Ya que la tasa de durabilidad de los implantes es de 1% por año en forma acumulativa, se estima que en 10 años el 10% de las pacientes va a tener un implante roto.
Cuando un implante se rompe y queda en la cápsula de tejido -lo que se conoce como una ruptura intracapsular- no se presentan síntomas, ni tampoco cambios visuales y puede ser que durante un largo tiempo la persona no se dé cuenta.
Cuando la rotura no es intracapsular y el material llega al organismo los síntomas dependen del material de la prótesis. Si es de gel de silicona los síntomas son más dolorosos y notorios, mientras que cuando el implante es de solución salinas estos serán menos notorios y el cambio de tamaño del pecho va a ser el mayor indicio. Por eso es importante que si el o la paciente se realiza una cirugía de aumento mamario, mantengan un control periódico del procedimiento. Idealmente a los 8 o 10 años de la cirugía se recomienda una resonancia magnética para saber si los implantes se mantienen sin problemas o si se han roto, para coordinar el pronto reemplazo.